Turismo en Jerez de la Frontera

Escrito por Jesus Dugarte en

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La ciudad de Jerez, conocida mundialmente por el vino que lleva su nombre, se ubica al sur de la península ibérica, en la Provincia de Cádiz, Andalucía. En una zona privilegiada, entre la sierra y el mar. Posee una extensión de 1.188,14 kilómetros cuadrados y es el centro urbano más poblado (202.687 habitantes) de la provincia y uno de los más dinámicos económica e industrialmente.

La historia y el desarrollo de Jerez han estado históricamente vinculados al cultivo de la remolacha azucarera, a la industria vitivinícola, a los caballos y al flamenco.

Entre los principales atractivos turísticos que ofrece la ciudad de Jerez, se encuentran sus plazas, alamedas, edificios históricos, casas-palacio, templos, bodegas, etc. Se destacan por ejemplo: el edificio Gallo Azul, la Estación de Ferrocarril, la Plaza de Toros, la Catedral, la Cartuja de Santa María, la Iglesia de Santiago, el Teatro Villamaría, entre otros.

Jerez alberga una riqueza paisajística compartida entre sus parques urbanos, como el Hontoria (en el que legendariamente se realiza la Feria del Caballo), el jardín botánico del Parque Zoológico y los jardines que rodean las bodegas (donde se pueden encontrar especies botánicas europeas traídas por los bodegueros de sus viajes comerciales).

En el casco histórico y sus proximidades se ubican las famosas bodegas de jerez. Hay visitas guiadas que incluyen relato en diferentes idiomas y una copa de degustación.

Entre las festividades tradicionales y espectáculos típicos se destacan: La Semana Santa Grande de Jerez, la Feria del Caballo, las Fiestas de Otoño (con espectáculos flamencos, ecuestres y vinícolas) y el espectáculo realizado por La Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, denominado “Cómo Bailan los Caballos Andaluces”.

Los Hoteles en Jerez son abundantes y cuentan con muy buen servicio a precio razonable. La ciudad ofrece también, un sinfín servicios y alternativas para disfrutar de ella de la mañana a la noche. Desde saborear tapas y aperitivos en cualquiera de los bares, mesones y tabernas que se hallan en el casco histórico, hasta acudir a alguno de los establecimientos donde se presentan espectáculos flamencos degustando de una cena típica.